En este viaje, nuestro punto elegido era un pueblo llamado Pejanda. Pejanda, esta en el “Valle del Nansa” y es una localidad del municipio de Polaciones (Cantabria, España).
El viaje lo comenzamos el viernes al atardecer, como se nos hacia tarde para llegar al destino, decidimos pasar la primera noche en un aparcamiento que hay al lado del parque de cabarceno, un parque con animales que hay en cantabria. La verdad que es un parque que a los niños les gusta mucho, aunque tiene una pequeña pega, hay que moverse en coche porque es muy extenso, aunque ahora hay un teleferico. Nosotros no conocemos su funcionamiento, porque lo vimos, pero no entramos dentro del parque esta vez. El aparcamiento donde dormimos, esta al lado de la entrada, del zoo, cerca de un lago, el lago del Acebo, en el cual vimos un amanacer de categoria. Es un area de autocarabanas, con servicios de vaciado, y aunque no tenga Wc, esta muy cerca del pueblo, en donde nos podemos encontrar dibersos establecimientos y restaurantes, para tomar algo e ir al servicio si lo necesitamos. Ademas, sin entrar al parque, y por la cercania a la entrada, podemos ver el recinto de elefantes, se ven muy cerca, a los niños les encanto.
A la mañana, después de desayunar, nos pusimos rumbo a Pejanda. para llegar a este pequeño pueblo, subimos por una carretera de paisaje rocoso , impresionantemente precioso, pasando por al lado de el Embalse de la Cohilla y la presa. Aunque el camino no sea lo mas facil, debido a que tiene bastantes curvas, con paciencia, despacio y disfrutando de lo que la naturaleza nos regala, merece hacerla. El primer pueblo en que nos paramos a callejear un poco fue Puente Pumar, un pueblo tambien de Polaciones, pequeño pero en el que merece parar y callejear.
Una vez callejeado, después de comer, aprovechamos que hay nieve en los montes y vamos ha jugar un ratito, a Piedrasluengas, un alto siguiendo camino para Palencia.
Hay un mirador, y aunque no nos quedamos ha dormir, ya que de camino habiamos visto otro mirador, mirador cruz de cabezuela, que nos habia gustado, este tambien puede ser buen lugar para pernoctar. El mirador cruz de cabezuela lo preside una escultura que simboliza el encuentro entre un lebaniego y un purriego, si te asomas a un lado, ves el Valle de Polaciones y al otro lado el Valle de Liéban, por eso la escultura simboliza el encuentro entre ambos vecinos, también se ven los Picos de Europa. Es bastante pequeño, no hay muchas plazas para aparcar, pero las vistas son increibles. y encima tiene mesas y alguna parrilla. Vamos, que es un area recreativa.
Pero antes de montar el campamento, había que cenar, y al subir, habíamos visto que en el pueblo de Pejanda, había un bar restaurante con muy buena pinta. De esos que están al borde de la carretera y casi no puedes pasar porque hay un montón de coches aparcados delante. Se llama Casa Molleda, y la verdad, que te sientes como en casa. Ademas de restaurante y bar, ofrecen diferentes tipos de alojamiento( apartamentos, habitaciones, casas rurales…) con buena pinta. En el restaurante, como he dicho, cenamos como en casa, cmida casera, y todo lo que quisimos, y al calor de la chimenea y los mimos de los dueños y todo eso por 12 euros cada uno.
Con la tripa llena, y un buen sueño, a la mañana siguiente pudimos dar una vuelta por el sendero que sale del mismo mirador cruz de cabezuela. Hicimos una ruta tranquilita, cogiendo el camino que esta detras de la escultura. Es una ruta muy bonita, entre hayedos que hacen ver todos los años que llevan alli. Tambien pudimos ver un grupo de corzos, que aunque al sentirnos se asustaron se dejaron ver un momentito, menos mal que no vimos a los jabalies, que debian de estar, porque luego vimos a un grupo que estaba de batida. La idea inicial, era hacer un poco de caminata con las raquetas, pero no llegamos ha hacerlo, ya que tampoco habia tanta nieve. Para ver mas nieve, habia que ir a los picos de Europa.
Como nos quedamos con las ganas de nieve, y estábamos a 45 minutos de Potes, y este nos quedaba de camino para ir a el teleférico de fuente dé , teleférico que en 4 minutos te sube a 1800 metros de altitud, en pleno Picos de Europa decidimos que este era nuestro siguiente destino. Así pues, cogimos rumbo para allí. La verdad, que pecamos de novatos, porque aunque era mediodía, para cuando llegamos, ya era tarde. Teníamos que esperar media hora de cola ( los de taquilla eran bastante lentos) y luego, otras dos horas para el teleférico. Te dan un numero, y luego van llamando en grupos de 20. en esta época, anochece temprano, y para cuando subíamos, había que coger el teleférico de vuelta, por ello decidimos, que habíamos aprendido algo nuevo, esta vez no podía ser, para la siguiente sabemos que hay que ir antes. De todas formas, el entorno es precioso, y comimos algo en la campa que hay al lado del aparcamiento.
Y decidimos ir a Potes, un pueblo Cántabro situado en el centro de la comarca de Liebana. Es un pueblo muy bonito, rico en historia, y se ve en sus calles empedradas, puentes y construcciones, ya que sus calles guardan el encanto de historia y arte. Es verdad, que se ha vuelto turístico, y nos encontramos con un montón de tiendas de souvenirs, pero siempre se puede buscar la esencia de la villa si nos adentramos entre las calles. En Potes, a la entrada, en la parte de atrás del supermercado BM, tenemos un aparcamiento publico, que aunque no este nivelado, es buen lugar para pasar la noche.
Tras pasar la noche, y ya que era nuestro ultimo día del puente, el lunes, pensamos coger el camino que de Piedrasluengas, y siguiendo por la provincia de Castilla, nos lleva a Reinosa., para de ahí, subir a jugar un poco en Alto Campoo, que seguro que había nieve. Y así fue, por fin disfrutamos de la nieve, no hacia muy buen día, y no entramos en la estación de esquí, pero en un hueco, y con nuestros cacharros para la nieve, nos lo pasamos pipa.
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dav
Una pena, pero aquí se termino nuestro pequeño gran viaje.
Hasta la próxima,¡¡¡ muchos Km!!!