Os vamos a hablar un poco de este municipio, situado al oeste de Bizkaia, es la capital de la comarca de las Encartaciones. Por su situación entre las montañas y el rio, fue un buen emplazamiento para construir una ciudad fortificada con favorables rutas entre Castilla y Bizkaia. Esto le convirtió en una importante plaza comercial, y aunque mas adelante perdiera gran importancia porque se abrirían otras vías por otros municipios, Balmaseda siempre mantuvo la actividad comercial gracias a la llegada de ferrocarriles y actividades industriales del siglo XX.
Paseando por sus calles podemos disfrutar del parte de la historia que ha vivido esta ciudad.
Balmaseda tiene muchos rincones, así como museos ( museo de las boinas La Encartada, Centro de interpretación Pasión Viviente de Balmaseda, museo de la Historia de Balmaseda….), monumentos y palacios, pero en nuestro caso, os enseñaremos una parte de ellos, los que vimos, los demás dejamos que los descubráis en vuestra visita.
Aparcamos en un aparcamiento que se encuentra detrás del ayuntamiento, por ello, empezamos la visita al municipio desde este punto. La casa consistorial se encuentra en la plaza San Severino, es un edificio del barroco, pero dentro de un estilo claramente clasicista, responde al modelo de palacio castellano – montañés, y en su pórtico nos encontramos con unas estatuas de hierro caracterizando a los romanos.
A pocos pasos, bajando las seis escaleras que nos llevan a la plaza, nos topamos con la iglesia San Severino, de estilo Gótico.
Seguimos callejeando hacia las callejuelas de la derecha de esta plaza, y llegamos a la Iglesia San Juan del Moral. Este edificio hoy en día a sido habilitado para el Museo de la Historia de Balmaseda, el cual mediante una exposición de 6 zonas, nos acerca a la historia de la villa. Podemos ver la historia de la fundación de la villa en 1199, las personalidades más relevantes de Balmaseda, unas fotos de la caracterización de la pasión viviente que hacen en Semana Santa, su patrimonio histórico-artístico, sus industrias y tradiciones. La carpintería, el batido del cobre, la fabricación de boinas, su gastronomía (putxeras y txakoli), y el mobiliario histórico de la sala José Ignacio Llaguno Leniz, propio de una acomodada familia burguesa del siglo XIX. 
Después de aprender muchas cosas en el museo, seguimos callejeando y viendo los Palacios y monumentos, como el puente viejo, el Palacio Urrutia, y el reloj calendario.
Para terminar, os proponemos que probéis un plato tradicional de la zona, como son las Putxeras,
La putxera es un plato a base de alubias, morcilla, chorizo y tocino. Tiene su origen en la comida que se preparaban los maquinistas de la línea Ferroviaria que unía Bilbao con León, y como hemos mencionado antes, pasaba por Balmaseda. en invierno, cuando el frío les impedía bajar del tren para comer, los maquinistas calentaban la comida en un puchero o putxera, valiéndose del vapor de la máquina del tren. Ahora se mantiene ese modo de hacer el puchero, y además, Balmaseda, en sus fiestas de San Severino, organiza un concurso popular al rededor de las putxeras.
Nosotros no pernoctamos en Balmaseda, pero este municipio, además, cuenta con un área de caravanas.