Alsacia, es una región situada en el noroeste de Francia, la cual hace frontera con Alemania y Suiza, entre los montes Vosge y el rio Rhin. Es una región histórica y cultural, en la que aunque hoy en día pertenezca a Francia, se puede apreciar que a lo largo de su historia, a pertenecido también a Alemania. Como hemos dicho, hoy en día es parte de Francia, y se divide en dos departamentos, el Alto Rhin al sur y el Bajo Rhin al norte. Entre sus municipios principales se encuentran, Colmar, Haguenau, Mulhouse y Estrasburgo, este ultimo, capital de Alsacia desde 1949, y sede de el Consejo Europeo y parlamento Europeo, como del Tribunal Europeo de los Derechos Humanos.
En esta entrada, os enseñaremos parte de esta región, la parte que hemos visitado nosotros, en la que además de algunos de sus rincones, hablaremos de su gastronomía.
En nuestro caso, para llegar al destino, como es habitual, y ya que nos gusta ir parando en el viaje, empezamos el viaje con una parada en Las Landas, para continuar, nos paramos en un pueblo pequeño llamado Rochefort Montagne, donde pudimos ver y hacer un pequeño recorrido en Lac Guery y por ultimo, en otro pueblo, Clerval.
Nuestro primer contacto con Alsacia, fue por la parte sur de la región, es decir, empezamos por el departamento del Alto Rhin, fue en un pueblo llamado;
Pfaffeinheim, un pueblo pequeño, tranquilo, sin ninguna huella turística, ni mucha gente ni comercios, pero en el que claramente se puede apreciar la esencia de Alsacia, con la arquitectura típica y las bodegas familiares. Eghisheim, aunque sea un pueblo de los mas turísticos de la zona, en nuestra opinión merece visitarlo. Ha sido clasificado como uno de los pueblos mas bellos de Francia junto con pueblo francés favorito, este ultimo en un programa de televisión. Aparcamos en un aparcamiento a la entrada del pueblo, en el que cobran 3 euros por todo el día, y que además hay un área para autocaravanas.
Este pueblo medieval de tamaño no muy grande, atrae por su arquitectura y su encanto floral en verano, pero también es muy conocido por su mercado navideño.
Fue precioso pasear por sus callejones admirando sus casas coloridas, iglesia, patios y fuentes, construidas en círculos concéntricos alrededor de su castillo.
En este bonito pueblo, fue en donde también tuvimos el primer contacto con la gastronomía de la zona. Fue donde pudimos degustar por primera vez de los Bretzel, un tipo de galleta o bollo horneado, y retorcido en forma de lazo, con un sabor ligeramente salado.
Pero además, y ya que en la oficina de turismo nos informan que hay una bodega en la que hablan en castellano, nos acercamos a visitarla. Era la bodega Paul ginglinger, en donde sin ningún coste nos enseñaron la bodega y nos dieron las explicaciones amablemente. Además, y como teníamos intención de comprar alguna botella, nos dejaron degustar algunos vinos.Kayserberg es el siguiente sitio que conocemos, otro pueblo pequeño pero precioso, donde tampoco tenemos problemas para aparcar en uno de sus múltiples aparcamientos de pago (1 euro/hora) o en su área de autocaravanas (10 euros /24horas)
Con las calles llenas de fachadas típicas de la zona, coloridas, con vigas de madera visibles y sus maravillosos carteles colgados.
Además de sus calles bonitas, en la ruta por este pueblo nos encontramos con su puente fortificado, unión de las dos partes del pueblo separadas por el rio Weiss, desde este punto tenemos una bonita vista de las casas al lado del rio.
También en este pueblo, en el alto se encuentra el Castillo, el cual data del siglo XII y como guardián del pueblo, nos da la imagen del pueblo visto desde arriba, pudiéndonos subir hasta a uno de sus torreones.
Aquí, y ya que nos acercamos a la tarde, y nos vino un poco de hambre, seguimos probando nuevas cosas, como las galletas de jengibre, y un Kugelhopf, un postre poco conocido pero vale la pena conocer su historia y por supuesto saborearlo. El kugelhopf es un pan dulce típico de Alemania que tiene sus versiones en Suiza, Polonia y Austria y la región Alsacia. Se trata de una especie de bizcocho liviano de forma semejante a una montaña, algo parecido al panettone.
Para seguir conociendo pueblos, y aunque no habíamos leído nada de este pueblo, pero nos quedo de paso y paramos, fuimos a Kientzheim, otro pueblo pequeño en el que pasear tranquilamente, ya que no hay casi gente y conservan la arquitectura medieval.
Después de este paseo tranquilo nos acercamos a uno de los pueblos mas conocidos de Alsacia, Colmar. Aunque sea mas grande, esta ciudad es posible verla a pie, en unas 4-6 horas. La verdad es que había bastante gente, la vimos con tranquilidad. Callejeando, pudimos ver varios sitios de esta ciudad, disfrutamos de las casas típicas, y entre ellas nos encontramos con la casa Pfister, construida en 1537, es otro de los mejores ejemplos de arquitectura renacentista que ver en Colmar y una de las mas hermosas, con sus dos pisos de galerías de madera con varios murales. O los edificios de las casas de los curtidores, donde se pueden apreciar los desvanes abiertos, donde estos secaban las pieles.Además, nos adentramos en la pequeña Venecia, donde pudimos dar una bonita vuelta en barco, y ver sus preciosas casas desde el canal.desde aquí, vimos el mercado que se encuentra cerca, y como nos gustan estos sitios (también), nos acercamos a visitarlo. Ahí, encontramos un mercado lleno de puestos con productos típicos del lugarUna buena ocasión para probar otro de los platos tradicionales, el Flamekueche, Flammkuchen o Tarte Flambée, esta comida de varios nombres, por ser típica en varios sitios, se parece muchísimo a una pizza, diferenciándose en que su cobertura, se realiza a base de nata, bacón y cebolla .
Para terminar el día, nos dirigimos a dormir a un camping de un pueblo llamado Riquewihr, camping con ese mismo nombre, Riquewihr. Aquí, nos encontramos con dos furgonetas, una de comida mexicana, y otra de vinos de Alsacia. Para cuando llegamos, no quedaba comida, pero si vino, por ello, sacamos algo de comida que teníamos en la furgo, queso de allí, y un pate en croûte, un paté cocido en un hojaldre o en una masa quebrada .
Al día siguiente nos acercamos a este pueblo, Riquewihr, otro que es considerado como “uno de los pueblos mas bonitos de Francia”. Situado en un valle rodeado de colinas sembradas con viñedos y fortificada con un doble recinto amurallado. Aparcamos en uno de los muchos estacionamientos de pago que hay a las afueras de las murallas, concretamente, en una aparcamiento apto para pernocta, en donde nosotros solo pasamos la mañana, y pagamos 3 euros.
En esta ciudad, como siempre, nos acercamos a la oficina de turismo, donde nos dan un mapa con el circuito para descubrirla. Aunque la veamos callejeando, podemos identificar lo que estamos viendo. La reproducción de un grabado,
La puerta alta,
Al lado de esta torre, el Dolder, donde pagando 6 euros entre los cuatro, hacemos una visita, pudiendo tener una perspectiva de la ciudad desde arriba. Ya que con una altura de 25 metros cumplía las funciones de torre de vigilancia, campanario y puerta superior de la ciudad.
Vimos sus casas con la arquitectura y decoración típica, con sus escudos colgados en el edificio, la plaza de las tres iglesias……
A la tarde nos acercamos a Ribeauville, otra ciudad rodeada de antiguas murallas, con casas medievales y pintorescas, en la que al igual que en Riquewihr, a las afueras de esta muralla podemos encontrar varios aparcamientos, bien gratuitos como de pago. Entraremos a la ciudad por una de sus puertas en la muralla, y basicamente, la parte antigua de la ciudad es una calle. Donde nos cruzaremos con la iglesia de protestantes o la iglesia de Saint-Gregory, construccion gotica junto a torre des Bouchers. Esta torre, es la que separaba la parte alta y la baja de la ciudad, que con su altura de 29 metros es emblema de la ciudad,
o nos encontraremos con la casa Siedel, una casa con estilo renacentista con una magnifica fachada con entramado de madera
o llegaremos a la plaza de la republica, donde encontraremos una fuente con una columna central, y la puerta alta a la ciudad.
desde esta plaza podemos ver las ruinas de tres famosos castillos, Ulrichsburg, Girsberg y Hohrappoltstein, que antiguamente pertenecieron a los señores de Rappoltstein. Que por el mal tiempo no fuimos a ver, pero los pudimos divisar desde abajo.
En esta localidad, no se si porque estaba cuando fuimos o es algo habitual, pero los niños pudieron hacer un rato de Parkour ( barato no era, 28 euros los dos por hora y media, además, empezó a llover y tuvieron que salir antes), ellos se lo pasaron muy bien.
Para la noche fuimos a Selestat, una ciudad hoy en día con bastantes habitantes dado que ha desarrollado, pero su corazón histórico es un museo al aire libre, muchas casas o edificios medievales o que datan del Renacimiento marcan el centro de la ciudad y donde entramos a la parte fortificada desde la torre de las brujas.
De aquí, y por su cercanía nos acercamos hasta uno de los muchos castillos de la zona. Un castillo visitable, el castillo haut-koenigsbourg. El acceso a este castillo lo hacemos subiendo a la montaña de Stophanberch, a 755 metros de altura. Antes de llegar a su entrada, nos encontraremos con varios estacionamientos, tanto a unos 500 metros en forma de aparcamiento como a la subida y bajada del castillo. Nosotros no arriesgamos mucho, y aparcamos bastante abajo, ya que el camino es de dirección única, y en caso de no encontrar sitio, deberíamos de dar toda la vuelta. Otra alternativa, es ir en unos autobuses lanzadera que salen de Selestat, que cuestan unos dos euros, y luego, con estos tickets debes de tener un pequeño descuento en la entrada.
Como hemos dicho, este castillo esta en la cima del monte, un sitio estratégicamente elegido, ya que se encontraba en el cruce de importantes rutas comerciales de vino y trigo. Este castillo, esta restaurado en el siglo XX, gracias que se encontraba en buen estado aunque hubiera estado dos siglos medio abandonado. Antes de esto, entre el siglo XII y XV también sufrió alguna restauración, al tener varios ocupantes.
Después de ascender por un camino de piedra, nos encontraremos que nos dan la bienvenida en la puerta, por la que entraremos y subiremos unas escaleras que nos llevan a las taquillas para comprar las entradas. ( en nuestro caso 2 adultos X9 euros y 2 niños de entre 6 y 17 años X7 euros)
A partir de aquí, empieza la visita entre estancias de los nobles, la servidumbre, los patios, o las salas de armas.
Para seguir conociendo edificaciones en los montes, nos acercamos al Mont Sante Odile. En la cordillera de los Vosgos y a 763 metros, nos encontramos con un convento reconstruido en varios periodos, por la patrona de la región , hija de los duques de Alsacia merovingios, venerada como Santa Odilia por la iglesia católica. Desde la alta Edad Media es un destino de peregrinaje espiritual frecuentado en particular, por personas afectadas de enfermedades oculares. Este lugar es gratuito, tanto la entrada como cualquiera de sus tres párquines. Puedes visitar sus dos capillas, y ver la tumba de Odilia, mientras paseas por sus jardines y contemplas la maravillosa vista que hay desde este lugar. También puedes dar una pequeña vuelta por los bosques que rodean el lugar, donde nos encontraremos con las ruinas del muro pagano, sus rocas pintadas y la fuente.
De aquí nos dirigiremos a Obernai, la localidad donde se dice que nació Sainte Odile. Es una ciudad medieval que se encuentra entre el mont Sainte-Odile y los Vosgos. Famosa por su dinamismo y su patrimonio arquitectónico, es otra de los denominados mas bellos de Francia, en donde sus callejuelas nos vuelven a trasladar a tiempos de la edad media.
Aparcamos en uno de los parquines de las afueras de la muralla, esta vez también gratuitas. Y comenzamos la visita a esta localidad endulzándonos un poco con un merengue
Tras meter azúcar al cuerpo estamos dispuestos a dar una vuelta de unas 2 horas y media viendo Obernai. Aquí, empezamos con la muralla, que esta en todo el perímetro de la ciudad antigua, con una longitud de 1,5 km mas o menos.
Al lado de una de las 4 puertas de entrada que tiene la muralla, nos encontramos con la Sinagoga, de estilo neorromanico, y financiada con la contribución financiera de la comunidad judía, en el año 1976.
Pasaremos por la plaza del mercado, donde desde 1301 se celebra el mercado todos los jueves por la mañana. Donde también veremos la torre campanario, Kapelturm, monumento emblemático de la ciudad, la cual cumple una función triple: torre de la ciudad, atalaya y campanario de la capilla de la virgen.
Además, de seguir disfrutando del trazado alsaciano en sus casas y calles.
Nos estamos acercando al final de nuestro viaje por Alsacia, y todavía no hemos degustado el famoso y típico plato, el Choucroute, por eso, nos acercamos a Krautergersheim, uno de los centros regionales de producción y difusión de la cultura gastronómica de la Choucroutte, que aunque como pueblo no tiene nada en especial, nos parece buena idea ir allí para probar el plato.
El plato es un plato de berza, que normalmente viene acompañado con carnes derivadas del cerdo, pero puedes pedirlo con otros acompañamientos. Y aprovechamos para probar un postre típico, el Babà. El babá es un dulce esponjoso elaborado en el horno, muy tradicional en Francia. Tiene una forma de corona cuyo diámetro puede variar entre los 5-7 cm hasta los 35-40 cm. Una de las principales características es que la masa (más ligera que la del bizcocho) está remojada en un almíbar aromatizado con licor, en nuestro caso de cereza.
La verdad es que no lo pudimos comer, estaba muy fuerte, demasiado para nosotros.
Después de darnos una vuelta de una hora por las calles del pueblo, para que se nos pasara la melopea que nos agarramos solo con un cachito de este pastelito, nos acercamos a Molsheim.
Esta localidad es conocida porque la marca de lujo de coches Bugatti tiene su fábrica, pero aunque nosotros nos acercamos aquí por pernoctar en el camping de esta localidad, anduvimos muy a gusto callejeando. Pudimos ver La Porte des Forgerons, Schmiedtor o Puerta de los Herreros
o la capilla Notre Dame, al lado de la iglesia de los Jesuitas, una de las mas grandes del bajo Rhin.
y además pudimos ver el montón de nidos de cigüeñas,
Y ya estamos en nuestra ultima parada del viaje, Estrasburgo, una ciudad situada cerca del río Rin, está a 8 km al oeste de Kehl, en la frontera natural con Alemania. Por su situación, Estrasburgo es desde la antigüedad un importante centro de comunicaciones, especialmente fluvial, albergando el segundo puerto del país en importancia sobre el río Rin, siendo este el río más transitado del mundo. Estrasburgo es la segunda plaza bancaria de Francia, con una bolsa y 8 sedes bancarias. El sector industrial es especialmente activo, siendo la región de Estrasburgo la más dinámica del país en cuanto al PIB per cápita.
La ciudad se considera importante en el ámbito cultural; el teatro, la biblioteca, la orquesta y la ópera todos ellos son de ámbito nacional. La ciudad es, con la capital del país, la única en tener ese nivel de instituciones culturales. Además, es la segunda plaza diplomática, con 150 embajadas y consulados. También, se le considera una ciudad universitaria, con más de 78 000 estudiantes nacionales y extranjeros y tiene numerosas escuelas nacionales, siendo uno de los mayores polo de estudios de tercer grado del país. su centro fue declarado Patrimonio Unesco de la Humanidad el 1988.
En Estrasburgo hay una gran riqueza de contrastes: es una ciudad patrimonio que reúne todas las tradiciones alsacianas.
En Estrasburgo es posible aparcar en algún parking de la ciudad y pernoctar, pero nosotros habíamos leído que hay bastantes robos, o sea que cuando fuimos intentamos aparcar en un aparcamiento cercano al centro, pero cuando fuimos a pagar, costaba ” el ojo de la cara” y decidimos buscar otro sitio mas en las afueras. Fuimos a Schiltigheim, una población muy cercana, a 2,9 kilómetros de la Catedral de Estrasburgo, desde la que en unos 35 minutos estábamos en el mismo centro.
Después de esta pequeña caminata, llegamos a la Catedral
La catedral de Notre-Dame de Estrasburgo está situada en el centro histórico de esta ciudad francesa, declarado Patrimonio Unesco de la Humanidad en 1988, y consagrada al culto católico de la Virgen María, restablecido desde finales del siglo XVII tras el periodo de culto protestante iniciado en el siglo XVI.
El edificio, declarado Monumento Histórico en 1862 y sede de la Diócesis de Estrasburgo, fue construido a lo largo de cuatro siglos, entre el 1015 y el 1439, y es considerado un ejemplo destacado de la arquitectura del arte gótico tardío, acumulando por la maestría de diferentes arquitectos venidos sucesivamente de Borgoña, el reino de Francia y del Sacro Imperio para su construcción que combinaron los estilos de obras como las de Sens, una de las primeras del gótico, Chartres, Notre-Dame de París, Notre-Dame de Reims y otras de Suabia o Bohemia.
Su única torre campanario que culmina a 142 m de altura, constituyó la obra arquitectónica más alta del mundo durante más de dos siglos.
La entrada a la Catedral es gratuita, y una vez que entras, se aprecia que es tan espectacular por dentro como por fuera.
A la salida de la catedral, en frente de la oficina de turismo, vemos un trenecito de los que te llevan a ver la ciudad con un audio guía. Los niños nos piden montarnos, y la verdad es que ya se notan los días, y tenemos otros 35 minutos de vuelta a la furgoneta, o sea que decidimos aprovechar el viaje. Pagamos 7 euros los adultos y 5 los niños. Las explicaciones son básicas, pero están bien para hacerse una idea de la historia de Estrasburgo, y al tener la opción de varios idiomas ( unos 15), cada uno llevamos nuestro auricular.
Al ritmo del trenecito, descubrimos el encanto de un sinfín de estrechas callejuelas, el romanticismo de la Petite France, los muelles y los puentes cubiertos, sin olvidar la impresionante presa Vauban y la célebre plaza de la Catedral. El viaje dura unos 45 minutos, comenzamos en la plaza de la Catedral, lo primero que vemos es la Maison Kammerzell, una de las edificaciones civiles medievales más ornamentada y mejor conservada de la arquitectura gótica tardía.
continuamos hacia place Gutenberg, donde veremos la estatua del inventor de la imprenta moderna.
Después nos lleva hacia la Petite France, donde podremos ver el barrio más pintoresco del casco antiguo de Estrasburgo. donde los pescadores, molineros, y curtidores de pieles vivían y trabajaban, barrio construido a ras del agua.
Sus magníficas casas con entramados de madera datan de los siglos XVI y XVII. Sus tejados inclinados se abren a los desvanes donde antiguamente se secaban las pieles.
Para continuar, pasaremos los Ponts Couverts, un conjunto de tres puentes y cuatro torres que conforman una obra defensiva erigida en el siglo XIII en el río Ill en la ciudad de Estrasburgo en Francia. Los tres puentes cruzan los cuatro canales del río Ill que fluyen a través del histórico barrio Petite France de Estrasburgo.
Mientras pasamos por el puente, podremos ver la Terrasse Panoramique du Barrage Vauban, El Barrage Vauban, o Vauban Dam, es un puente, presa y obra defensiva erigida en el siglo XVII en el río Ill en la ciudad de Estrasburgo en Francia. En ese momento, se conocía como la Gran Cerradura, aunque no funciona como una cerradura de navegación en el sentido moderno de la palabra.
Una vez visto esto, el trenecito sigue su camino, y pasamos por delante del museo alsaciano, y el museo histórico.
Para terminar, el tren nos vuelve a dejar en el lugar de partida, al lado de la Catedral.
Aquí, vemos que existe otro tren, el que nos enseñara el Estrasburgo imperial, con sus bellos edificios (Castillo de Rohan, Plaza de la República, Palacio de la Universidad, Teatro Nacional, Ópera). Nosotros decidimos no coger este tren, pero vemos algún edificio por nuestra cuenta,
La opera
y el edificio de El Parlamento Europeo lo vimos con la furgo,
Este fue nuestro viaje por Alsacia, ya que de Estrasburgo, cruzamos el rio Rhin, y en nada estamos en nuestro próximo destino, La Selva Negra, Alemania (Pincha para ver)
P.D: Como habéis visto, no hablamos mucho de áreas para pernoctar, ya que este viaje lo hemos hecho de camping en camping. Os dejamos sus nombres y precios para 2 adultos, 2 menores ( 10 y 13) y la furgoneta, por si os interesa.
ROCHEFORT-MONTAGNE, camping de la buge 24.5 euros
CLERVAL camping municipal les iles 14 euros
KAYSERSBERG Camping Kaysersberg 21 euros
RIQUEWIHR Camping Riquewihr 30 euros
SELESTAT Camping Les Cigognes 27 euros
MOLSHEIM Camping Municipal de Molsheim 30 euro
STRANSBOURG Camping de Strasbourg 37 euros
Si os ha gustado nuestro viaje, podéis a nuestra pagina para ver mas, y agradecemos vuestros comentarios.
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